Que nuestros gatunos sean parte de nuestra vida, es un regalo. Nos acompañan, nos alegran y nos quieren sin condiciones. Por eso, la consigna es darles lo mejor para que estén con nosotros el mayor tiempo posible, y que lo hagan sanos y contentos. En ese sentido, entregarles una alimentación de calidad es clave, ya que ese factor puede marcar una gran diferencia cuando se trata de años de vida.
Una parte importante de esa alimentación, son las vitaminas para gatos. Ellas son las que ayudan a mantener las funciones vitales de nuestro gato, como la coagulación (vitamina K) y la síntesis de hormonas sexuales (vitamina E y B), por ejemplo. Debes tener en cuenta que su déficit puede provocar daños graves a su salud y que tu amigo felino no es capaz de sintetizarlas –tú tampoco-, por eso estas deben estar en los alimentos que ingiere y, dependiendo del momento de su vida, son las vitaminas que va necesitando.
Índice
¿Cuándo tu gato requiere vitaminas como complemento?
Primero que nada, no debería ser necesario que tu gato tenga que acudir a un complemento vitamínico, ya que todas deberían venir en su alimento. Solo en el caso que le des comida casera, es probable que necesite alguna vitamina extra para completar su alimentación.
Otros casos donde puede necesitar son cuando ha tenido algún déficit alimenticio en el pasado, esté enfermo o haya perdido apetito. Ten en cuenta que el exceso de vitaminas puede ser tóxico y afectar su salud, por eso es muy importante que, antes de administrarle vitaminas complementarias, controles a tu gato con un veterinario para que monitoree y evalúe si es necesario o no darle vitaminas extras.
¿Cómo se componen las vitaminas que necesita?
Las vitaminas son compuestos orgánicos que se encuentran en vegetales, hongos y algunos microorganismos, y se diferencias en dos tipos:
- Vitaminas hidrosolubles: Son las que debe ingerir a diario tu gato porque su organismo no las puede almacenar. En este grupo se encuentran la vitamina C o ácido ascórbico y las vitaminas B (biotina, ácido fólico, etc.): B5, B6, B8, B9 y B12.
- Vitaminas liposolubles: Aquí encontramos las vitaminas A, D, K y E. Principalmente se almacenan en el hígado y se eliminan en las heces de tu gato cuando va al baño.
Para que entiendas un poco la jerga vitamínica, te dejamos las siguientes condiciones que puede presentar tu gato cuando no consume las vitaminas que necesita:
- Hipovitaminosis: Deficiencia de vitaminas.
- Avitaminosis: Ausencia de vitaminas.
- Hipervitaminosis: Exceso de vitaminas.
IMPORTANTE: Ten en cuenta que el exceso de vitaminas liposolubles puede ser perjudicial para su salud, ya que se quedan almacenadas en el hígado. En cambio, el exceso de vitaminas hidrosolubles no conlleva ningún riesgo, porque su organismo no puede almacenarlas y las elimina a través de la orina.
¿Qué tipos de vitamina necesita tu gato?
Todas las vitaminas que te describiremos a continuación son esenciales para que tu gato esté sano, ágil y lleno de vida. Recuerda que el alimento que come tu gato las debería tener y, si llega a necesitar que le des alguna como complemento de su alimentación, tiene que ser recetada por un veterinario.
- Vitaminas para el crecimiento: En algunos casos, los cachorros que no pudieron contar con leche materna o han tenido un déficit en su alimentación, deben ingerir vitaminas que refuercen sus huesos y metabolismo.
- Ácidos grasos esenciales: Por ejemplo, el aceite de pescado, que aporta energía, mejora su piel y hace que su pelaje este brillante y fuerte. Además, ayuda a la salud cardíaca, evita la artritis y las enfermedades renales.
- Glucosamina y sulfato de condroitina: Mantienen músculos y articulaciones sanas y fuertes.
- Probióticos: Favorecen el sistema digestivo y hace que su sistema inmunitario sea más fuerte.
- Taurina: Aminoácido esencial que favorece la función cardíaca y la visión de estos animales.
- Biotina: Vitamina clave para el correcto funcionamiento de su organismo en general. Si falta, puede desencadenar problemas de todo tipo.
Que tu gato esté sano y fuerte, mucho tiene que ver con que cuente con todas las vitaminas que necesita para desarrollarse, ellas son las que lo mantendrán sano y activo. Si en algún momento notas a tu gato desanimado, sin apetito o con algún problema en su pelaje o piel, es probable que sea por la falta de ellas, pero eso es algo que decidirá tu veterinario. Así, que a la primera alarma que veas, llévalo a control, puede que le falte alguna vitamina y tengas que complementarla o cambiar su alimento.
Oye, ¿a tu gato le hacen falta vitaminas?
Si ves que su pelaje no es el mismo, o ya no rasga el juguete como siempre, ni te despierta con la pata en la cara para que le des comida, ¡tranquilidad ante todo! En Felinus contamos con alimentos para todas las necesidades de los gatos, elaborados con los más altos estándares de calidad para que nunca le falten vitaminas, y si así fuese -que esperamos que nunca suceda-, también tenemos complementos vitamínicos que pueden darle ese nutriente extra -recetado por su veterinario, por supuesto- para que siga cruzándose entre tus piernas cuando estés desprevenida/o.
Referencias
Excelente artículo