¿Cuánto dura el embarazo de una gata? Y qué esperar de este proceso

Para garantizar que los gatitos estén sanos, es importante saber qué esperar cuando tu gata está embarazada. Las gatas preñadas suelen ser madres autosuficientes y son conocidas por tener gatitos a pesar de todo tipo de adversidades.

Pero en una casa, hay muchas medidas que un dueño de mascota puede tomar para que el proceso sea más seguro y fácil para las gatas madre. En este artículo, te vamos a comentar un poco sobre cuánto dura el embarazo de una gata, así como otros aspectos claves del embarazo.

Índice

¿Cuánto dura el embarazo de las gatas?

El periodo de gestación de las gatas es de aproximadamente dos meses (con una media de 63-65 días). Puede dividirse en más o menos tres “trimestres” de 20 días cada uno, aunque los dos primeros pueden ser difíciles de diferenciar en casa.

¿Cómo saber si una gata está embarazada?

La mejor forma de saberlo es pedir cita a tu veterinario. Pueden confirmar que hay gatitos en camino, y hacerse una idea de cuántos, de varias maneras:

Palpar el vientre de tu gata a veces es útil, pero no siempre preciso.
La ecografía se realiza mejor a los 25-35 días de gestación. Antes de los 21 días, pueden observarse resultados «falsos negativos». La ecografía no puede decirte cuántos gatitos lleva tu gata.
Las radiografías pueden determinar el número de gatitos que se pueden esperar, pero no son tan acertadas, y no deben hacerse hasta que tu gata tenga al menos 42 días de gestación, y en general no se recomiendan hasta los 55 días.

También hay algunos indicios que puedes notar: El vientre de la gata aumentará de tamaño unos 30 días después del apareamiento. Otro síntoma que aparece a medida que avanza el embarazo, entre 2 y 3 semanas después de concebir, es que sus pezones se agrandan y enrojecen (también llamado «coloración amarillenta»).

Síntomas del embarazo en una gata

Si sospechas que tu gata está embarazada, hay varios signos clásicos que pueden confirmarlo:

Cambios en el ciclo de celo: Normalmente, las gatas tienen un ciclo de celo cada 10 días o dos semanas, caracterizado por maullidos frecuentes o revolcarse por el suelo. Este comportamiento cesará una vez que quede preñada.
Aumento del apetito: Durante este período, es probable que tu gata embarazada tenga un mayor apetito, buscando comer aproximadamente 1.5 veces más de lo habitual, ya que está alimentando a sus futuros gatitos además de ella misma.
Cambios en los pezones: Los pezones de la gata se hincharán y pueden volverse más oscuros y prominentes, especialmente si ha tenido camadas previas. Sin embargo, esto puede ser difícil de distinguir en gatas con pelaje oscuro.
Náuseas y vómitos: Al igual que en los humanos, las náuseas matutinas pueden ser comunes en gatas preñadas, manifestándose a través de vómitos regulares. Sin embargo, si estos son persistentes y no hay otros signos de embarazo, podrían indicar otros problemas de salud.
Aumento de peso: Los dueños suelen notar un aumento de peso hacia el final del embarazo, que puede variar entre dos y cuatro libras.
Mayor somnolencia: Durante el embarazo, es probable que tu gata busque dormir por períodos más largos.
Comportamiento más cariñoso: Muchos dueños observan un aumento en el comportamiento cariñoso de sus gatas embarazadas, buscando más atención y mimos debido a cambios hormonales y neurológicos.
Instinto de anidación: Las gatas embarazadas pueden buscar lugares tranquilos y apartados para dar a luz, mostrando conductas de anidación como organizar mantas o volverse más territoriales con otros animales.
Abdomen hinchado: Hacia la mitad del embarazo, podrás notar un aumento en el tamaño del abdomen de tu gata, aunque esto puede ser más difícil de ver en gatas con sobrepeso.

Es importante recordar que estos signos son indicativos y pueden variar en cada caso. Si tienes dudas sobre el estado de tu gata, siempre es mejor consultar con un veterinario para obtener un diagnóstico preciso.

¿Cuántos gatitos puede tener una gata?

Por lo general, una camada puede variar entre uno y 10 gatitos. Las gatas primerizas tienden a tener camadas más pequeñas, usualmente de dos o tres gatitos. Además, el tamaño de la camada puede verse influenciado por la raza; por ejemplo, los gatos siameses suelen tener camadas numerosas, a diferencia de los persas, que tienden a tener menos crías.

Es recomendable consultar con tu veterinario para tener una estimación precisa sobre el número de gatitos que esperarías que tenga tu gata. En ocasiones, una madre primeriza puede parir sólo algunos de sus gatitos, lo que puede generar problemas potencialmente mortales. Es importante tener en cuenta que el parto de los gatitos puede sorprender a los dueños de mascotas, ya que suelen nacer con intervalos de entre 10 minutos y una hora entre cada uno.

¿A qué edad se puede quedar embarazada una gata?

Una gata puede quedar embarazada a partir de los cuatro meses, por eso es tan importante esterilizarla pronto. En general, una gata puede experimentar el “celo” alrededor de esa edad. Las gatas no tienen la menopausia como los humanos, es decir, que pueden seguir quedándose preñadas hasta los últimos años de su vida. Por tanto, si una gata que no ha sido esterilizada, puede embarazarse tanto muy joven como muy vieja.

5 consejos útiles para cuidar a una gata embarazada

Cuidar de una gata embarazada puede ser muy abrumador, sobre todo si es la primera vez que lo haces. Ahora bien, hay algunos consejos básicos que debes tener en cuenta y que pueden ayudarte a garantizar el mejor entorno posible tanto para la gata madre como para sus gatitos.

1. Proporciónale una buena nutrición

Tu gata gestante necesita nutrientes diferentes en su dieta de los que requería antes del embarazo. Debe alimentarse con una mezcla de comida de alta calidad diseñada especialmente para gatas embarazadas y para el crecimiento sano de sus gatitos. Muchas veces, estas mezclas de alimentos son las mismas que la comida para gatitos.

No pasa nada por dar golosinas a tu gata durante el embarazo, pero procura no darle demasiadas. Piensa también en los ingredientes de las golosinas que le das.

2. Crea un espacio seguro

Cuando tu gata se queda preñada por primera vez, puede que aún no le preocupe encontrar un espacio seguro en tu casa para tener a sus gatitos. Pero, cuando termine su embarazo, querrá esconderse en un sitio resguardado y tranquilo. Es esencial que prepares este espacio para ella con suficiente antelación al nacimiento de sus gatitos.

Crea una zona de parto para tu gata con una caja de plástico o cartón y algunas toallas o mantas viejas. Asegúrate de utilizar objetos que no quieras conservar, ya que el parto puede resultar muy sucio.

3. No la alimentes en exceso

A medida que avanza el embarazo de tu gata, su abdomen aumentará de tamaño por el crecimiento de los gatitos. Cuando esto ocurra, es posible que sienta más presión en el estómago que antes, y que no pueda comer mucho. Intenta no darle de comer demasiado para evitar que se ponga enferma.

Es mejor dar a una gata embarazada unas cuantas comidas pequeñas durante el día en vez de varias grandes.

4. Reduce el estrés doméstico

Las gatas embarazadas pueden estar nerviosas o incluso agresivas debido a los cambios hormonales. También pueden estar muy a la defensiva, pues intentan protegerse a sí mismas y a sus gatitos nonatos. Todos estos factores pueden hacer que tu gata se estrese más mientras está embarazada.

Procura a tu gata un entorno tranquilo en la medida de lo posible durante el embarazo. Mantenla en una parte más tranquila de la casa, lejos del caos cotidiano, pero asegúrate también de pasar mucho tiempo con ella. Si tienes otras mascotas en casa, considera la posibilidad de separarlas de ella, a menos que se lleven muy bien.

5. Sigue los cuidados veterinarios

Por último, pero lo más importante, mantente al día con los cuidados veterinarios de tu gata durante y después del embarazo. Sus necesidades de salud cambiarán a lo largo de este tiempo, y tu veterinario puede ayudarte a estar al tanto de todo lo que necesita.

Tu veterinario también te dará información sobre cómo cuidar a los gatitos cuando lleguen. Con la ayuda de un veterinario de confianza y experimentado que entienda de salud felina, podrás mantener a tu gata y a sus gatitos sanos y salvos desde el inicio del embarazo hasta que se produzca el parto.

Conclusión

Aunque los gatitos son adorables, el proceso de gestación de las gatas puede ser abrumador, a pesar de que, como te enteraste, no es muy largo. Siempre es recomendable que hables con tu veterinario si sospechas que tu gata está embarazada o si tienes alguna duda o preocupación.